INDEFENSIÓN APRENDIDA: ¿QUÉ ES?, ¿DÓNDE APARECE?

Hoy comenzaremos por un cuento, se llama: “El elefante encadenado”.

Cuentan que los elefantes que nacían en los circos, se encontraban atados a estacas desde que eran muy pequeños. Al principio, éstos intentaban tirar de la cadena para arrancar la estaca y de este modo poder liberarse. Pero cada intento les hacía ver que era inútil. Por mucho que tirasen y por mucho que se esforzasen, desafortunadamente volvían a la misma posición. Esto les hizo aprender que daba igual lo que hicieran, siempre estarían encadenados. De modo que se tuvieron que adaptar a esa situación y asumir que estarían atados.

Podríamos pensar que al crecer y ser más mayores, deberían conseguirlo por tener más fuerza, pero lo cierto es que no.  Años más tarde, cuando los elefantes crecieron y tuvieron la fuerza suficiente como para tirar de la estaca y poder liberarse, éstos ya no harían el intento. Como habían aprendido de pequeños que tirar no servía para nada, ya no volverían ni siquiera a intentarlo. Esto se debe a que seguirían pensando en aquellos esfuerzos inútiles de cuando eran pequeños, viendo imposible obtener cualquier resultado, a pesar de que la situación hubiese cambiado.

Parece increíble que por tener esta experiencia de pequeños ya ni siquiera lo intenten de nuevo, ¿verdad? Pues este fenómeno ocurre y no solo en los elefantes. Esto también nos pasa a nosotros y en psicología se llama indefensión aprendida.

 

¿Qué es la indefensión aprendida?:

La indefensión aprendida es un estado psicológico que se da en las personas que sienten que sus actuaciones por cambiar una situación de malestar, resultan inútiles y no generan ningún cambio. Este sentimiento de falta de control nos lleva a adoptar un comportamiento pasivo frente a dicha situación.

La sensación continua de que ningún esfuerzo consigue obtener los resultados deseados, nos lleva en muchas ocasiones a “tirar la toalla” y a tener que adaptarnos a ese contexto. A pesar de que en unos años la situación sea distinta, el aprendizaje pasado influye incluso más que las probabilidades reales que existen para actuar en el presente.

Esa indefensión aprendida hace que entremos en un bucle en el que las limitaciones van incrementando, ya que el hecho de no enfrentarte a dicha situación va favoreciendo la creencia de que no eres capaz. Por tanto, esa desesperanza influye a su vez en el aumento de dichas creencias y refuerza el no actuar.

Como esto puede estar sucediéndonos sin ser nosotros conscientes, resulta muy importante conocer qué es la indefensión aprendida y cuáles son sus características.

 

Características de las personas con indefensión aprendida:

En la indefensión aprendida destaca el sentimiento de pérdida de control y apatía. Se da tras formarse la limitante creencia de que nada de lo que hagas va a permitir que la situación actual cambie. Esto lleva a desarrollar un sentimiento de desesperanza aprendida.

La indefensión aprendida puede explicar síntomas de depresión y ansiedad. Pero también es muy común que observemos este fenómeno en los niños, ya que no pueden defenderse de sus agresores y no están capacitados ni física ni emocionalmente para ello.  En este caso se desarrolla un sentimiento de incapacidad aprendida.

Este fenómeno se encuentra muchas veces también en violencia de género. Donde el maltrato no se puede ni evitar ni anticipar. Por lo tanto, la persona acaba teniéndose que adaptar a esa situación sin poder defenderse, ya que siente que no tiene control sobre el maltrato, ni lo tendrá. En este caso se da un sentimiento de impotencia aprendida.

Además, en sesión, podemos apreciar como en numerosas ocasiones acabamos cayendo en una situación de pseudoindefensión aprendida. En relaciones con familiares, amigos, pareja… Por ejemplo: en una relación de pareja muy dependiente en la que uno «aprende´´ que necesita al otro para estar bien y aun no queriendo seguir con esa persona, ni siquiera intenta dejarlo y comprobar que puede estar bien por lo aprendido.

A veces vemos cómo las relaciones han establecido una dinámica que, a pesar de haber intentado cambiarla (hablando con la persona, intentando actuar de otra manera…), el resultado ha sido el mismo. Esto lleva a la persona a aceptar que la relación es de ese modo e instaurarse en un comportamiento pasivo frente a dicha situación, resignándose a la posición en la que se encuentra.

Por todo lo anterior, vemos como este estado psicológico puede generar muchísimo desgaste en nosotros. Identificarlo e intentar trabajar en ello resulta sumamente importante.

 

¿Cómo trabajar la indefensión aprendida?:

La indefensión aprendida produce muchísima desconfianza en uno mismo. Tenemos que tener en cuenta que la persona que ha sufrido este fenómeno, ha estado experimentando durante mucho tiempo la sensación de no control y de incapacidad de mejorar su situación.  Por ello, para aumentar la confianza perdida en la persona, debemos buscar en qué cosas sí tiene control; qué cosas depende de ella y reforzarlo.

Debemos identificar en qué asuntos las personas tienen control, para poder dar pequeños pasos en los que puedan volver a coger la confianza en si mismos. De este modo, poder elegir qué necesitan y qué les acerca a su bienestar alejándose así de esos comportamientos que se han aceptado por indefensión y de la creencia limitante de no ser capaz. 

En Psicontigo conocemos la dificultad que puede presentarse en muchos de estos casos, ya que el sentimiento de incapacidad puede ser muy grande. Por eso queremos acompañarte, para que poco a poco puedas ir cogiendo confianza y puedas enfrentarte a otros asuntos más costosos emocionalmente.

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