ENCERRADOS POR NAVIDAD

Y en medio de este revuelo y está sensación de caos, llegan la Navidad, y para muchos, no han llegado como esperábamos.

Impotencia, frustración, rabia, desesperación, miedo…vuelven a invadirnos.

 Llevamos unos años muy duros, años de pérdidas, años de encierro, años de querernos en la distancia, años de poco abrazo y pocos besos…

¡Admitámoslo no ha sido nada fácil! Y ahora con más ganas que nunca de compartir, de disfrutar de los nuestros, de abrazar y cantar villancicos vuelve el encierro y con él la rabia y el miedo.

Vivimos con miedo al que pasará, a contagiarnos, a no poder salir, miedo a perder a los seres queridos, miedo a perder el trabajo…

Muchos negocios se han quedado por el camino y muchos otros han sufrido grandes pérdidas… pero con esto y con todo, ¡seguimos luchando! El ser humano es maravilloso y somos los únicos que podemos tropezar una y mil veces con la misma piedra y seguir levantándonos.

Saquemos la alegría perdida, volvamos a ilusionarnos, volvamos a querernos y sentirnos queridos, volvamos a besar, a cantar en la ducha, volvamos a disfrutar de algo tan maravilloso como nosotros mismos. Lo sé, es difícil y sé que ahora estás pensando » a mi ya no me queda fuerza para sacar».

Pero veamos también el otro lado: pocas veces vamos a poder pasar tanto tiempo encerrados con nosotros mismos, y nos da miedo, claro que sí, porque de repente nos encontramos en el cuarto con ese desconocido que nos mira desde el espejo y casi no sabemos ni de qué hablar.

¡Descubramos la belleza que llevamos dentro!

¡Es Navidad! ¡Hablemos, charlemos!

¿Qué hay más bonito que el compartir una buena conversación?, ¿Qué hay más bonito que el reencontrarnos y volver a saber quiénes somos?

Hemos pasado muchos años de no parar, de idas y venidas, de estar a todo y a nada y ahora cuando nos paramos nos damos cuenta que no sabemos que nos ha pasado ni donde hemos dejado a esa niña risueña que soñaba con ser bailarina algún día, esa adolescente que soñaba con enamorarse, esa joven que soñaba con viajar… ¿dónde hemos dejamos nuestros sueños?

¡Reencontrémonos con esa niña bailarina y bailemos! Con la adolescente enamoradiza y enamorémonos, con la que soñaba con viajar y busquemos una escapada para poder tocar un poquito de esa ilusión.

Nos hemos perdido por el camino y esta situación nos ha brindado la oportunidad de encontrarnos. Muchas veces no nos va a gustar lo que vemos, pero ¿quién dijo que fuera fácil? Si no me gusta, lo cambio.

¿Y si tenemos que vivir la Navidad encerrados en casa? ¡Pues unas navidades diferentes! no prometo que sea fácil no estar con la familia en un momento así, pero ¿Y si intentamos hacer que sean especiales igualmente? ¿Y si planeamos con ilusión una cenita rica, una buena peli con palomitas, y si nos regalamos algo especial?

Aprendamos a querernos sin tenernos cerca, aprendamos a abrazar en la distancia, a sentirnos acompañados pese a estar solos. Dediquemos un tiempo a querernos.

Os propongo un plan para esta Navidad a todos los que os ha tocado vivir esa Navidad que no teníais en mente:

  • Piensa una comida que te rechifle, algo especial que no suelas comer mucho. Busca por YouTube la receta y ponte manos a la obra! ¡Disfruta de tu momento cocinera! Pasarás un ratito muy agradable.
  • Escríbete una carta: una en la que hagas memoria de este año pasado, de lo bueno y lo que no lo ha sido tanto, háblate con cariño como si se la estuvieras escribiendo a un buen amigo. Una carta de esperanza e ilusión, una carta donde veamos todo lo que has conseguido y nos animemos a seguir luchando.
  • Cómprate un caprichito, algo que te haga especial ilusión, no hace falta que sea demasiado caro con un detalle es suficiente.
  • Dedícate tiempo a ti, a lo que nos has podido hacer en años, lee un buen libro, date un bañito relajante, termina esa bufanda de punto que dejaste a medias hace meses…
  • Juega a juegos online con tus seres queridos, te propongo Zoom Trivia, es entretenido y promete muchas risas.
  • Compra un décimo ¿por qué no? Muchas veces nos da miedo ilusionarnos y soñar a lo grande por miedo a que no pase, pero ¿y si esa ilusión, esos sueños son los que nos mueven a seguir soñando y a seguir ilusionándonos?

La vida se vive mejor soñando, con ilusiones, con proyectos de futuro que te ardan por dentro, que no te dejen dormir solo de pensar en el “¿y si fuera posible?” “¿Y si lo logro?”

La vida es ilusión y nosotros la hemos perdido por el camino… reconquistemos la ilusión de vivir.

Sabemos que no es algo fácil, pero ¡Qué bien sienta soñar!

Y como en estos tiempos, hay que brindar: «¡Brindo por unas navidades en las que volvamos a soñar!»

POSTS RELACIONADOS:

Compartir:

Entradas recientes