La insatisfacción corporal desgraciadamente está muy presente en los jóvenes. Y es precisamente ahora en esta época tan deseada, el verano, cuando más aumenta.
¿Has sentido vergüenza o miedo a lo que puedan pensar los demás al quedarte en bañador?
Supongo que casi todos responderíamos que sí porque es algo muy normal, pero ¿qué pasa cuando llega a ser un problema y esta vergüenza hace que me quede sin ir al plan por estar en bañador?.
Todos podemos sentirnos disconformes con alguna parte de nuestro cuerpo, pero realmente hablamos de insatisfacción corporal cuando se llevan a cabo acciones desproporcionadas para cambiar el cuerpo o cuando esta insatisfacción empieza a decidir por mi.
La insatisfacción corporal podría definirse como la concepción negativa del cuerpo. Es decir, cómo de contento estoy o no con él. Si yo siento que mi cuerpo se acerca a mi ideal de belleza no tendré insatisfacción corporal. Pero si por el contrario, siento que mi cuerpo no se parece al canon de belleza que he adoptado entonces sí.
Hoy en día es fácil sentirse insatisfecho con el cuerpo ya que vivimos en una sociedad en la que se premia la delgadez, los cuerpos “perfectos” e imposibles. Vemos a esos modelos de Instagram y pensamos, ¿algún día estaré yo así? Cuando quizás la pregunta debería ser ¿estoy yo bien tal y como estoy? ¿para qué quiero conseguir ese cuerpo? Muchas veces creemos que perdiendo kilos aumentamos nuestra autoestima pero lo cierto es que no. Podemos vernos mejor, eso no lo dudo, pero si mi insatisfacción corporal se debe a otras causas entonces quizás hay que tratarla de otra manera.
El origen de la insatisfacción corporal
El origen de la insatisfacción corporal no es exclusivamente el factor social (medios de comunicación, amigos, familia, tipo de ocio, nivel socio-económico, cultura…) sino también el factor psicológico. Si yo no me encuentro bien conmigo mismo, tampoco lo voy a hacer con mi cuerpo. Aquí es donde reside el problema, cuando creemos que alcanzar ese cuerpo perfecto nos va a hacer felices. Y cuando lo consigo, en lugar del cuerpo empiezo a estar insatisfecho por otras cosas… y vuelvo a sentirme mal continuamente una y otra vez. Porque no he ido a la raíz del problema.
Resulta complicado saber entonces si la insatisfacción corporal viene motivada por unos kilos que no me gustan o si realmente nunca voy a percibirme bien porque no es solo una cuestión de peso.
¿Cómo puedo diferenciar la Insatisfacción Corporal sana de la problemática?:
- Insatisfacción corporal sana: cuando decido modificar mi cuerpo por una cuestión de salud o por sentirme mejor conmigo misma y mi vida no cambia en absoluto.
- Insatisfacción corporal patológica: cuando decido modificar mi cuerpo y todo empieza a girar entorno a ello. Empiezo a ser muy selectivo con lo que como, me mato en el gimnasio, dejo de ir a planes por mi apariencia física, cambia mi forma de vestir, no puedo parar de pensar en como me ven los demás, me comparo con otros continuamente, etc…
Cuando mi comportamiento cambia por cómo me siento con mi cuerpo y dejo de hacer cosas que para mi son importantes, entonces es cuando modificar mi peso no va a lograr que me sienta satisfecho. En este caso no estaríamos hablando de unos kilos de más o de menos sino de dificultades psicológicas previas que hacen que no me sienta bien conmigo mismo independientemente de cómo sea mi cuerpo.
Trabajar el plano psicológico resulta importantísimo en estos casos, y mas aun ahora en verano que además de calor, viene acompañado de inseguridades.
Además, no abordar la insatisfacción corporal puede derivar en consecuencias como:
- Obsesión por la alimentación y ejercicio físico excesivo que puede desencadenar en un Trastorno de la Conducta Alimentaria (anorexia, bulimia, trastorno por atracón…).
- Problemas de autoestima.
- Dificultades en la relaciones sociales.
- Aislamiento social.
- Alteración del estado del animo (ansiedad, depresión…).
Por eso, es importante saber cómo nos sentimos en relación a nuestro cuerpo.
Ahora que estamos de vacaciones y hace calor (el cuerpo se expone mucho más a juicios de los demás), aprovecha este verano para pasarlo bien, pero también te animo a observarte. Observa tu cuerpo y la relación que tienes con él. ¿Es una relación sana? Si la respuesta es sí, sigue disfrutando. Si la respuesta es no, te animo a darle una vuelta a este artículo y comprobar si esa insatisfacción corporal te limita o no.
En Psicontigo estamos encantadas de ayudarte a trabajar todo aquello que hay detrás de esa insatisfacción corporal y que puedas verte bien de verdad. Recuerda que lo importante es trabajar tu valía y autoestima más allá de la báscula para que se pueda dar un cambio real.
Felices vacaciones!
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