MIEDO A LA MUERTE

¿Por qué existe ese miedo a la muerte? Desde que un pequeño y diminuto ser humano llega al mundo, solo se sabe una cosa acerca de su futuro. Va a morir.

MORIR ES LO ÚNICO SEGURO EN LA VIDA

Nadie sabe cómo se moverá por el mundo, cuál será su sabor de helado favorito ni a que dedicará su vida. Pero si sabemos con certeza que esa persona morirá. De nuevo empezamos fuerte.  Ya lo sabías y aun así impacta leerlo.

El tabú acerca de la muerte, el halo de secretismo que aparece a su alrededor, el no saber, la falta de control, la incertidumbre, aterra a esta sociedad.

A menudo llegan a consulta personas con miedo a la muerte, también incluso a hablar de ello.

Este escrito tiene el único fin de que leas, te familiarices, te expongas, aunque sea un poquito a ese terror que quizá te atormenta. No encontrarás aquí un listado de pasos acerca de cómo perder el miedo a morir. Solo trataremos de dar una visión no tan terrorífica de la muerte. Quizá la misión sea naturalizar algo tan natural como la propia vida. Quizá dar cabida a lo desagradable, en un contexto donde constantemente se rehúye de ello.

Hablemos de la muerte, leamos de la muerte, acerquémonos a ella.

Imagínate jugando un partido de pádel, ajedrez, que se yo, monopoli, elige un juego que te guste. Ahora imagínate que inviertes ahí toda tu energía.

Imagínate que nadie gana. Ni nadie pierde. Nunca. Juegas, juegas, inviertes ahí toda tu energía, pero nadie va a ganar nunca. ¿Qué acabaría pasando? ¿Seguirías invirtiendo toda tu energía? ¿O lo dejarías cansado? ¿Le darías el mismo valor a la partida?

Imagínate la Eurocopa que tanto público mueve. Pero nadie gana. Nadie pierde. Partidos amistosos. ¿Crees que se vivirían igual? ¿Acaso no faltaría ilusión, excitación, adrenalina, rabia, tristeza, alegría? ¿Sería muy plano verdad?

Imaginemos una vida sin muerte.

Sin fin. Sería como jugar un partido en el que nadie pierde nunca. Todo se desestructuraría. No habría planificación alguna. Quizá no te irías de erasmus a los 22 pues total, te puedes ir a los 165 años. Quizá, sin muerte, no te plantearías dedicar tiempo a tu gente, a ti, a crear tu proyecto, una ilusión. Total, lo puedes hacer en cualquier momento. Quizá jamás llegaría el momento de la movilización.

Además ¿sabías que los humanos somos los únicos animales que sabemos que vamos a morir? ¿Acaso no hay diferencia entre la vida de un aminal (sin lenguaje) y la tuya?  Vale si, quizá ahora me digas, pues si, y preferiría ser un pájaro o que se yo, un gato, lamiéndose, buscando caricias, comida y maullando en un tejado. Quizá porque no estés en el mejor de tus momentos, pero entre tu y yo, ser humano y saber que vas a morir te ha proporcionado momentos de plenitud inalcanzable de cualquier otro modo.

Los animales no son conscientes de que su vida tiene un inicio y un fin. Tú lo sabes y eso hace que tu vida tenga un sentido, que la vivas con intensidad, con entusiasmo. Porque de fondo, sabes que nada es eterno, que la juventud es efímera, que la adultez también, que la vida se acaba. Y eso te permite exprimir la vida. La muerte, por raro que suene, te permite vivir.

Si, con esto vengo a decir que la vida que tienes hoy, esa vida que más o menos te gusta, a la que te aferras, es así, tal cual la conoces, gracias a que al final nos espera la muerte. Sin ella nada de lo que hoy conoces existiría.

Sin la muerte, no existiría la vida.

Es la otra cara de la moneda. Es casi como el precio a pagar por estar vivo.

Se que asusta, que duele, que una pérdida retuerce, rompe. No quiero convertir esto en la celebración de la muerte, no quiero ni mucho menos restar valía al dolor que puede llegar a experimentarse. El objetivo de este artículo es que pares, que te permitas ampliar el foco. Que te permitas hablar y leer acerca de la Muerte. Que no vivas tratando de huir de ella, pues como bien decíamos, la vida va ligada a la muerte.

Qué podemos hacer ante esto. 

Hablemos de la muerte. Normalicemos lo natural. Hablemos a los niños con honestidad acerca de la misma. Con dudas e incertidumbre para quien se la genere, desde la religión para quien lo viva desde lo religioso, o desde la reencarnación quien crea en ella. Pero si mentiras, sin tratar de ocultar lo inocultable. Hablando de lo vivos y de las personas que ya no están. Sin generar mayor miedo en nuestros pequeños por la falta de información.

Podemos además exponernos a esta incertidumbre mediante, por ejemplo, la narrativa compartida, las diferencias entre el modo de vivir la muerte entre culturas. Cada cultura se las ha ingeniado de modos diferentes para poder hacer frente a la muerte, al miedo y dolor que despierta entre los humanos. ¿No crees que en España la muerte si vive de modo diferente a cómo se vive en México? Examinemos los diferentes modos de vivir la muerte entre las diferentes generaciones. ¿Acaso tus abuelos huían tanto de este acontecimiento? ¿Crees que se exponían más a él? ¿Qué fue del luto?  Dale una vuelta, permítete compartir, aun con angustia, miedo e incertidumbre.

Y, sobre todo, que el miedo a a la muerte no te impida vivir. Exprime la vida, aun con tus dudas, miedos, dolor. En la medida que puedas. Acércate allá donde te gustaría verte. Solo hay una vida. Solo hay una muerte.

Como le dijeron en consulta a mi compi María hace unas semanas “Vivimos mucho y solo morimos una vez”.

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