EL DUELO: UN PROCESO PARA DECIR ADIÓS

El duelo es la manera que tiene la naturaleza de curar un corazón roto.

Hablar de dolor y muerte es algo que en nuestra sociedad no se frecuenta y sólo nos enfrentamos a ella cuándo es inevitable, siendo ésto algo paradójico ya que es de las pocas cosas en la vida a la que TODOS nos vamos a enfrentar.

El duelo es el proceso normal que sigue a la pérdida, en especial, de un ser querido, pero refiriéndonos a cualquier tipo de perdida.

Es un proceso que implica tiempo: aunque cada uno necesite un tiempo diferente todos necesitamos tiempo. En ese tiempo hay que ser activo, es decir, el tiempo no todo lo cura, sino que hay que emitir una serie de acciones para elaborar adecuadamente el duelo. 

Y por el duelo todo el mundo pasa cuando vive cualquier pérdida de un ser querido, pareja, amigo, trabajo…por eso hablamos de que es algo normal.

¿Cuáles son los síntomas que se presentan en el duelo?

Los síntomas que suelen destacar en el duelo son:

  • Sensación de ahogo
  • Falta de ilusión
  • Agotamiento
  • Hipersomnia e insomnio
  • Síntomas somáticos
  • Tristeza
  • Desesperanza

¿En qué consiste el proceso del duelo?

Para superar de una forma sana el duelo hay que elaborar cuatro tareas. Se habla de tareas para hacer hincapié en la necesidad de emitir acción en este proceso.

Primera tarea: Asumir la realidad de la pérdida.

La primera tarea sería asumir la realidad de la pérdida: hay que aceptar la realidad de la muerte o pérdida. Hay que ser consciente a nivel racional y emocional. Ser consciente de qué es lo que se ha perdido.

Segunda tarea: elaborar las emociones relacionadas con el duelo.

Se trata de hacer patente el dolor y la expresión de todas las emociones que aparezcan. Validar todas las emociones y darles la bienvenida ya que todas aquellas que aparezcan nos están dando información acerca de qué es lo que necesitamos (dolor, sensación de vacío, enfado, culpa…).

Tercera tarea: Aprender a vivir.

La tercera tarea sería aprender a vivir en un mundo donde el fallecido ya no está presente. Se trata de la adaptación que necesita la persona que ha perdido a un ser querido con relación a todos los cambios que implica dicha pérdida. Qué rol ocupaba esa persona en mi vida y ésta de qué se encargaba. De muchos de ellos no sé es consciente y muchas veces es difícil poder asumir esta tarea en poco tiempo. Hay que ir haciéndolo poco a poco, reforzar cada mini acción que se haga, y pedir ayuda cuando sea necesario.

Cuarta tarea: Recolocar emocionalmente la pérdida y seguir viviendo.

Se trata de recolocar emocionalmente en nuestro mundo interior la pérdida. Aceptarla y afrontar las emociones y el día a día.

A medida que se va elaborando las tareas y el proceso del duelo, el recuerdo y todas las emociones van tomando otra forma dentro.

Elaborar está tarea no implica olvidar a esa persona si no poder convivir con el pasado para poder vivir en el presente.

Para poder elaborar está tarea es importante que las otras tres tareas estén bien elaboradas ya que será imposible procesar y aceptar la pérdida si ésta no está realmente asimilada, las emociones que conlleva no se han elaborado, o se niegan y se bloquean, o no sé es capaz todavía de adaptarse al día a día.

Recuerda que, aunque cada uno lo viva a su manera, sentir dolor es lo normal.

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