Termina el verano, y empieza la depresión post-vacacional. Se acaban las tardes interminables al sol, el caminar por el paseo marítimo o la montaña, el helado, los baños en el mar, el trasnochar… volvemos a la rutina y se nos hace un mundo. “Que pereza el invierno, no quiero volver al trabajo, quiero vivir siempre aquí…”.
Depresión post-vacacional ¿a caso es un síndrome?
La vuelta a la realidad después de las vacaciones siempre es dura. Y es normal que lo sea. Solemos llamar a esta tortura, síndrome de depresión post-vacacional, pero ¿a caso es un síndrome?, ¿después de haber estado un tiempo sin responsabilidades ni horarios no es normal que se nos haga muy duro volver? Pues claro. Este famoso “síndrome” es un proceso normal de adaptación que como cualquier otro cambio, requiere tiempo para adaptarse.
El verano está lleno de cambios (como el sueño, la alimentación, el clima, la pasividad, el ocio…) que solemos recibir encantados y a los que nuestro cuerpo no le cuesta nada adaptarse. ¿Quién no prefiere poder estar todo el día en la playa o tomando algo en el chiringuito con amigos o familia? Sin embargo, la vuelta no es tan agradable y por eso ahora tenemos que volver a acostumbrarnos a la rutina, a los horarios, a la responsabilidades, a nuestro estilo de vida… tenemos que pasar de no tener que hacer nada a volver a la normalidad de un día para otro.
Ya es suficientemente duro dejar atrás las vacaciones como para presionarnos por querer volver a la normalidad tan rápido. Por eso tenemos que ser flexibles con nosotros mismos y permitirnos este proceso de adaptación como algo normal. También tener en cuenta que si experimentamos síntomas como cansancio, apatía, bajo estado del animo, ansiedad, sensación de no poder adaptarnos, cambios en el estado de ánimo… son completamente normales y no pasa nada por experimentarlos.
Estos síntomas no definen un trastorno (como la depresión) sino que forman parte de un proceso de adaptación por el cual tenemos que pasar para poder volver a funcionar de manera correcta.
También tenemos que incluir en este proceso las dudas. Es sano que después de un parón nos replanteemos nuestro estilo de vida y nos haga pensar en cosas tan comunes como si quiero seguir con mi pareja, vivir en una ciudad tan estresante , seguir dedicándome a lo mismo… No te alarmes, estas dudas son normales y son buenas porque gracias a ellas podemos re-evaluar la situación y decidir conscientemente lo que queremos hacer en nuestro día a día. Dudar no significa haber cambiado de opinión sino replantearme si quiero seguir así y en ese caso poder confirmarlo y adaptarme.
¿Cómo podemos facilitar la adaptación?
- Retoma la normalidad de manera progresiva.
- No intentes lograrlo todo el primer día.
- Prioriza tareas importantes y empieza por ellas para no sobrecargarte.
- Retoma el ejercicio físico poco a poco (no te obligues a ir al gym el primer día si no te apetece).
- Vuelve a retomar una alimentación sana y equilibrada pero sin prohibiciones.
- Duerme adecuadamente y mantén horarios regulares.
- Haz que tu día tenga algo especial para ti (por ejemplo, al salir del trabajo haz algo que te guste mucho en lugar de irte a casa).
- Acepta todas las emociones que vengan en este periodo de adaptación como normales y transitorias.
- No te creas todo lo que te dice tu mente: te estas adaptando y lo que sientes no tiene que ser una verdad absoluta (puedes sentirte cansado y eso no significa que tu trabajo no te guste).
¿Por qué es bueno tener una rutina?
Porque es lo que nos ayuda a valorar las vacaciones. Si viviésemos en unas continuas vacaciones no serían vacaciones porque no podríamos valorarlas como un periodo de descanso y desconexión. El tener una rutina hace que puedas salirte de ella y valorar esa salida como algo distinto y satisfactorio.
Aprovecha este mes de septiembre para pensar en aquellas cosas que te gustaría implantar como nuevas en tu rutina y llévalas a cabo poco a poco.
Recuerda que en PSICONTIGO estamos encantadas de ayudarte si retomas la rutina y se te hace muy complicado o si decides aprovechar este momento para dar un giro a tu vida y no sabes por donde empezar.
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