¿POR QUÉ CADA VEZ SE NOS HACE MÁS CUESTA ARRIBA LA CUARENTENA?

«Un día más de cuarentena. Me levanto, sin muchas ganas porque ayer ya no fue un buen día, pero hoy sí ¡venga!, ¡hoy si lo va a ser!. Sin embargo, otra vez, no soy capaz…otro día más igual, no tengo ganas de hacer nada, no se qué desayunar; me había propuesto hacer deporte pero no sé muy bien ni el qué; me quedo en pijama, en el sofá…la cabeza no deja de darme vueltas, y por mucho que lo intento, no hay manera de que mi mente me deje en paz».

La situación y los días pasan y cada vez se me hace más difícil, el nudo en el estómago no se va, la presión en el pecho cada vez es mayor, la cabeza ha empezado a dar vueltas y no para en ningún momento.»

Y es que cada vez, se nos va haciendo más difícil. Nadie nos había preparado para esto. Para esta gran prueba de fuego que consiste en mantener el equilibrio emocional, encerrados, sin vía de escapes, y según lo que parece en las redes sociales, para hacer millones de actividades. Una prueba de incertidumbre y para complicarlo un poco más, rodeados de estímulos negativos.

Y ¿Por qué cada vez se nos hace más cuesta arriba?

  • Esta situación está cargada de incertidumbre, que es un sentimiento difícil de manejar y que desgasta mucho.
  • Cada prórroga del confinamiento nos obliga a empezar de nuevo, y estando cada vez en un momento peor, por lo que nos cuesta más cuidarnos y recuperarnos.
  • Las noticias cambian constantemente lo que provoca que nos enfrentemos a muchos impactos en poco tiempo.
  • Se ha ido la parte de la “novedad”: antes por la novedad, nos apetecía ponernos a hacer cosas como pintar, cocinar, y millones de cosas para las que antes no teníamos tiempo, pero ya “nos hemos aburrido” de esto también y  hemos dejado de hacer un montón de cosas que antes “nos mantenían” nuestra estado anímico.
  • El dejar de hacer cosas hace que tengamos más tiempo para pensar. Y el más tiempo para pensar y sentir, hace que salga a la luz lo que tenemos dentro (duelos no elaborados, ansiedades, miedos…).

Por eso en la medida que va aumentando el periodo de confinamiento, también pueden ir aumentando nuestra sintomatología y miedos.  Nos volvemos más irritables y cada vez una información más leve puede despertar una respuesta emocional más intensa.

Nuestra mente cada vez se ve más vulnerable, y nos manda más mensajes de peligro. La mente está ociosa y nos duplica mensajes de alerta, y el miedo mal manejado es el peor enemigo.

¿Y si le damos una vuelta de tuerca a esta cuarentena?

Tiempo para cocinar, tiempo para el deporte, tiempo para los amigos, y el ¿tiempo para tí?. Sin darnos cuenta, otra vez hemos caído en la trampa “de la sociedad” y vamos a 1000 revoluciones.

En nuestro día a día, nos levantamos y encendemos el “piloto automático”, los días pasan y no sabemos que ocurre en nuestro interior, hacemos una cosa tras otra, y eso nos hace NO vivir en el presente, NO estar en “el aquí y el ahora”, NO pararnos a sentir ni pensar, NO reflexionar…

Vivir en “piloto automático” y dejarnos llevar por la rutina de cada día, puede resultar cómodo a corto plazo, porque no afrontamos nuestros miedos ni hacemos caso a lo que sentimos. Pero vivir desconectados del presente, es negativo a largo plazo.

El momento de la cuarentena es momento perfecto para ésto, para apagar el piloto automático y para el autoconocimiento. Y sin embargo, nos están vendiendo otra vez el “vuelve a hacer millones de cosas”.

Pues no, vamos a utilizarlo para parar, sentir y pensar: para tener tiempo contigo mismo. ¿Cómo?

  •  Acepta la emoción: sé consciente REALMENTE de lo que hay y ocurre en tu interior. No luches ni intentes controlarlo.
  • Busca un momento al día para: sentarte en un espacio tranquilo de casa, cerrar los ojos, respirar profunda y pausadamente, y centrar tu atención en las sensaciones de tu cuerpo y sintonizar con lo que está pasando dentro de tí sin rechazar las sensaciones desagradables. Deja que esté. Con 2 minutos es suficiente, y verás lo valioso que es.
  • Aprovecha las comidas para: apagar la televisión, dejar el móvil lejos, y centrarnos en lo que comemos, los olores, sabores, el tacto de los alimentos…SENSACIONES.

Aprovechemos este tiempo, esta cuarentena, para descubrirnos y conocernos mejor: identificar con qué partes de mí me voy encontrando, mirar dentro, entender, sentir y movilizarte.

Compartir:

Entradas recientes