“ TENGO DEPRESIÓN, NO TENGO GANAS DE NADA» ¡SAL DEL CÍRCULO!

“ Tengo depresión: me encuentro muy mal, no tengo ganas, ni fuerzas para hacer nada”

Nuestro estado de ánimo es igual que una balanza y según qué lado de la balanza pese más, nos encontramos mejor o peor. Un lado es el positivo y el otro es el negativo. Cuando el lado de la balanza positivo pesa más sentimos alegría, euforia, ganas de hacer cosas… Sin embargo, cuando el lado de la balanza negativo es el que pesa más, ¿qué sentimos? Tristeza, apatía, desesperanza… Estos síntomas, mantenidos en el tiempo y en una alta intensidad, son los síntomas de la depresión.

La depresión es algo que se puede dar en todas las edades, aunque la forma de manifestarse sea diferente. Por ejemplo, en la depresión infantil, los síntomas que pueden aparecer son la irritabilidad y agresividad. Esto es algo que veremos en otros post más adelante.

¿Y por qué de repente tengo depresión?

A menudo ocurre un acontecimiento negativo o un cambio vital que genera modificaciones en nuestro comportamiento y poco a poco -muchas veces sin darnos cuenta-, dejamos de hacer cosas que nos mantenían con un buen estado de ánimo (quedar con amigos, hacer deporte, salir cenar…) de esta forma, empezamos a quitar elementos positivos de nuestra balanza del ánimo y automáticamente añadimos elementos negativos en el otro lado. Aquí es donde entramos en el círculo peligroso.

¿Cómo y por qué se mantiene la depresión?

Normalmente, al encontrarnos tristes y apáticos perdemos las ganas de hacer nada y al no tener ganas, dejamos de hacer. Frecuentemente lo que dejamos de hacer son las actividades gratificantes, por lo que reforzamos el bajo estado de ánimo y, en consecuencia, aumenta la apatía. Se trata de un círculo: como cada vez te encuentras peor, tienes menos ganas y haces menos cosas. Así como se mantiene la depresión.

 ¿Cómo superar la depresión?

Para el tratamiento de la depresión es importante saber y ser consciente que las emociones y los pensamientos no están bajo nuestro control ¡Ya nos gustaría dejar de sentir tristeza! Eso no está en nuestra mano, lo único que depende de nosotros y está bajo nuestro control es lo que haces, lo que los psicólogos llamamos tu ‘conducta motora’. Por eso, la manera de romper este círculo es recuperar aquellas pequeñas actividades que antes te hacían sentir bien y ponerte en manos de profesionales que te guíen y acompañen en el proceso.

Si te encuentras con depresión, pensarás que no tienes ganas ni fuerzas para hacerlas, pero ese es el error: ESTAR ESPERANDO A LAS GANAS PARA ACTUAR. En realidad, LAS GANAS SERÁN EL RESULTADO DE TU CONDUCTA.

Por tanto… Actúa sin ganas y rompe el círculo.

Lo mejor es empezar por cosas que supongan muy poco esfuerzo: ver una serie que te guste, comer tu plato favorito, escuchar música, darte un baño… Y así, poco a poco, empezarás a llenar de nuevo tu balanza de lo positivo, a encontrarte mejor y a recuperar el control de tu vida.

¡Recuerda! El objetivo no es llegar a tener ganas y dejar de sentir tristeza, sino aprender a actuar sin ganas y a pesar de esa tristeza.

Este es el reto y la forma de romper el círculo.

Cuando te encuentras en ese momento y bajo ese estado de ánimo es difícil ver esperanza y la forma de encontrar una solución. Desde aquí te invito a que no te dejes arrastrar por esa apatía y des el primer paso.

¡No te olvides!: “hasta el camino más largo empieza por el primer paso”.

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