A MIS QUERIDOS REYES MAGOS…

A mis queridos reyes Magos:

Este año vengo con muchas cosas que pedir, cosas que perdí por el camino y que quiero recuperar. 

A Melchor quiero pedirle que le diga a la alegría que vuelva, quiero que le diga que la echo de menos y que la vida es más divertida con ella. Quiero que le pida perdón por no valorarla cuando la tenía, por dar por hecho que estaría siempre conmigo y dejar de cuidarla. Ahora me doy cuenta de cuanto la necesito y las ganas que tengo de que volvamos a reírnos juntas, que volvamos a bailar y a gritar de la emoción. 

A Gaspar que me gustaría pedirle que recuperase mi ilusión, esa que perdí por el camino. Ese no sé qué que me hace planear, me hace crear, me hace imaginar mi futuro y me llena de vida. Dile que siempre habrá hueco para ella en mi vida, que es mi motor y que sin ella es difícil pensar en el mañana. Sin ella se hace cuesta arriba los planes, los proyectos, el futuro… dile que quiero que nos sentemos en el banco de la plaza como solíamos a hacer y con un paquete de pipas nos transportemos a la playa, a un beso de mi crush, a una casa en la montaña… 

A Baltasar que le diga a la paz que me confundí de compañera, que deje demasiado espacio a la ansiedad, al miedo, al qué dirán y que eso le quitó el espacio que merece. Que le diga que pese a que estos nuevos compañeros de viaje sigan conmigo siempre buscaré tiempo para pasar con ella, para pasear, para meditar, para darnos un bañito o leer juntas un buen libro. Que siempre pasa desapercibida, nadie le hace demasiado caso pero cuando se va deja un vacío impresionante. Dile que la quiero tener siempre cerca y haré lo imposible por cuidarla como se merece. 

A la tristeza que me ha acompañado durante todo este año le pido carta blanca! Dejemos de luchar, he perdido tanto tiempo luchando contigo que he dejado por el camino grandes compañeros. He dejado amigos, planes, familia, me he alejado de lo que de verdad me importa por esta lucha, y no puedo más. Estoy cansada de luchar.. 

Lleguemos a un trato: tú estás ahí, tendremos pequeñas charlas, te llevaré conmigo a mis planes, con mis amigos, y cuando te canses de tantos planes, porque sé que lo harás, nos despediremos hasta la próxima. Sin resistencias, sin largas conversaciones en la cama, sin encerrarme en ti y abandonar lo que tengo. 

A mi miedo del alma te digo que ha sido un año donde hemos hecho grandes migas, empezó por una bonita relación de protección, “cuidado con el virus”, “abrígate que es época de catarros”.. hasta cierto punto estuvo bien. Pero luego derivo en un “no salgas de casa que el virus está en cualquier parte”, “estás segura que quieres coger el ascensor?” “dicen que la leche es mala para la salud”.. te volviste sobreprotector conmigo tanto que hiciste que dejara de salir a la calle, que me duchara tres veces al día por ese por si acaso. Hiciste que me convirtiera en una persona solitaria. 

Querido miedo quiero que veas que soy capaz de salir a la calle, no te preocupes si me cojo un resfriado o me peleo con una amiga, son cosas que pasan y tienes que dejar que me tropiece porque la soledad es más dolorosa que una fiebre alta o una discusión desagradable. Te pido que siempre estes ahí porque te necesito pero que bajes un poco la guardia. Confía en mi y yo confiare en ti y juntos formaremos un buen equipo. 

¡¡Vamos a reconciliarnos con nuestras emociones!! 

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