ENCONTRAR PAREJA EN TINDER

En muchos momentos me encuentro en consulta personas que me preguntan mi opinión sobre buscar pareja en Tinder. Personas que me cuentan sus experiencias a veces buenas y otras no tanto en estas plataformas, asique empecé a adentrarme más en el mundo Tinder para poder hablar desde la experiencia.

Me descargué la aplicación.

Tinder es una app fácil e intuitiva, y creo que todos la hemos usado alguna vez o hemos visto cómo funciona. Corazón si te gusta, cruz si no; match y se abre un chat. 

Entonces empecé a crear mi perfil, ¿qué foto podía subir? De entre todas las fotos del carrete ninguna era suficientemente buena. Solo podía subir una … luego entramos en la descripción ¿quién soy? ¿Qué es lo que me gusta? No puedo escribir que me gusta la filosofía porque pensarán que soy rarita… ¿y si pongo que me gusta el pádel? He jugado un par de veces y eso me puede dar puntos con algún chico.

¿Qué busco en Tinder?

Empiezan mis dudas, no lo tengo claro… ¿aventura? ¿Relación seria? ¿Es posible encontrar una relación seria en una aplicación como esta?

Me adentro y delante de mis ojos aparece un desfile de personas guapísimas con vidas interesantísimas posando en sitios paradisíacos. Pero hay demasiadas personas, demasiados perfiles y me pongo a elegir. Nada es suficientemente bueno, hay tanto donde elegir que me vuelvo más exigente Y.. empieza el juego!!

Like por aquí like por allí y de vez en cuando algún match!

La experiencia no fue mala, vi la utilidad y el sentido de utilizar una plataforma así para conocer gente. Te da más posibilidades de conocer gente distinta. Ya no dependemos de que nos presenten, de ir a una discoteca o unas copas donde estén chicos interesantes que me puedan hacer gracia. Estas plataformas ponen a disposición de un clic gente muy interesante, gente como yo que busca lo mismo. Todo rápido y fácil. Inmediato, si lo quiero lo tengo.

¡Y… seguimos jugando! Empiezo a chatear con unos cuantos chicos, si me aburre next no puedo perder el tiempo, hay mucha variedad para gastar el tiempo en gente poco interesante. Paso al siguiente y así unos cuantos. Hasta que uno me llama un poco más la atención, hablamos un par de semanas, me rio, disfruto, y llega el gran momento, la gran pregunta: ¿quedamos? Me pongo un poco nerviosa y empieza un desfile de ¨y si? ¨.. y si no le gusto? ¿Y si no es lo que espera de mí? ¿Y si le decepciono? Y así sin parar … me invade el miedo a decepcionar o que me decepcione la otra persona, miedo al rechazo… y unos cuantos miedos más.

Sigo adelante en Tinder y quedo con alguien.

Al mismo tiempo me siguen escribiendo otros chicos y pienso que igual son más simpático, más guapos que con el que estoy quedando. Y sigo jugando…

Siento que voy pasando pantallas del juego, pero no llego a ganar, como si una insatisfacción de fondo me impidiese ir más allá, como si nada fuera suficientemente bueno. Siempre quiero más.

Pero tener tanta variedad para elegir no te hace ni más libre ni más feliz, sino que a medida que experimentas y juegas la propia dinámica del sistema te hace ser más insatisfecho y por lo tanto más infeliz.

Nos hemos convertido en una sociedad que busca lo inmediato, tengo hambre y en un clic puedo pedir cualquier comida de una gran variedad de sitios que me lo traen a casa sin ningún esfuerzo. Quiero ir a algún sitio y en un clic viene un chofer a la puerta de casa que me dejará en mi destino en nada de tiempo. Vivimos en una sociedad digital donde vibran más los teléfonos móviles que los corazones. Y ahí está el kit de la cuestión. La paciencia es la virtud del mundo de la inmediatez. La paciencia y el esfuerzo en la conquista hace que apreciemos más aquello que anhelamos. Aquello que queremos y aprendemos a valorarlo de otra manera.

Nos aburrimos con facilidad. No sabemos estar tranquilos en casa sin hacer nada, no disfrutamos de un buen paseo, de la brisa, del sonido de los pájaros del olor del campo… cuando estamos sin hacer nada nos invaden la necesidad de ocupar nuestro tiempo. ¿Pero cómo no va a ser así? Si casi no tenemos tiempo libre, tiempo para no hacer nada o quedar con quien queremos. Tenemos trabajos imposibles, que terminan a última hora del día, y te queda tiempo para cenar algo rápido y dormir.

¿Como podemos conocer gente a este ritmo?

Al final este tipo de aplicaciones se adaptan a nuestros ritmos, queda poco tiempo y no queremos perderlo.

Tinder nos aproxima a un mundo de usar y tirar. Al mundo de lo fácil, a una sobre exposición de quien soy yo. De la venta del yo como producto y la espera de que lo compren.

Sin duda, podemos usar y sacar todo el partido que nos ofrecen estas aplicaciones, pero sin llegar a obcecarnos y a olvidarnos de lo que realmente son y de quienes somos nosotros. Saquemos el mayor partido, no juguemos ningún papel.

Por lo tanto y para sacar todo el jugo a estas aplicaciones es importante:

  • Ser nosotros mismos, no mentir en descripciones ni exagerar las cosas
  • Poner una foto donde se vea cómo somos realmente
  • No quedar con más de una persona al mismo tiempo
  • No esperar demasiado para quedar con alguien

Déjate llevar y disfruta la oportunidad de conocer a gente distinta y quién sabe… igual encuentras a alguien que para ti sea muy especial

POSTS RELACIONADOS:

¿CÓMO CUIDAR MI RELACIÓN DE PAREJA?

Compartir:

Entradas recientes