TENGO BAJA AUTOESTIMA ¿CÓMO APRENDO A QUERERME?

“Tengo baja autoestima porque no me gusta mi físico”, “la verdad es que no aguanto ver mis caderas”, “debería estar más delgada”, “soy bastante vaga”, “no soy muy sociable…”, “tampoco sé que cualidades positivas tengo”. En consulta, escuchamos frases de este tipo constantemente, y es que, tristemente, la mayoría nos sentimos identificados con pensamientos de “autodesprecio”. Parece que se nos olvida que nosotros somos nuestro mayor valor. Podemos tener mejores amigos, una pareja maravillosa, una familia que nos quiere o nos apoya, pero sin nuestro propio querer, acabaremos buscando fuera la aceptación que no nos estamos ofreciendo.

Si has leído esto y estás asintiendo, te recomiendo mirar un poquito adentro para comenzar el camino a quererte, y sí, es posible aunque ahora lo veas oscuro.

Para empezar, evalúate y busca de dónde viene la baja autoestima

Para empezar este camino, antes toca ser consciente de por qué estamos donde estamos, o dicho de otra forma, de dónde viene esa baja autoestima. Normalmente algunas de las razones son las siguiente:

  • Educación autoritaria/exigente
  • Personas con tendencia a centrarse y observar solo lo negativo de las situaciones
  • Predisposición a la comparación con las vidas o físicos de las demás personas
  • Actuar en contra de la propia moral o los propios valores
  • Actuar contrariamente a la vida que querrías llevar
  • Personas que han sido marginadas por diferentes motivos: imagen corporal, sexualidad, religión.
  • Personas que hayan sido devaluadas sin motivo: bullying, moving…

Entender nuestra propia historia y comprender por qué me siento así te ayudará también a perdonarte y a iniciarte en este bonito camino hacia el propio querer.

Trabaja el autoestima. La Autocompasión

En psicología hay una corriente llamada la autocompasión que se ocupa de trabajar concretamente este problema que afecta a la mayoría. ¿Y qué es la autocompasión? Según Kristin Neff, uno de los propulsores de la autocompasión, “consiste en cuidar de nosotros mismos como nos gustaría cuidar a alguien que de verdad amamos”.

Los objetivos que buscamos conseguir trabajando la autocompasión son:

  • Que seas capaz de tratarte con cuidado, comprensión, y  que seas capaz de calmarte y consolarte cuando lo necesites.
  • Reconocer que todos somos imperfectos, que la vida es imperfecta, y nosotros también, pero eso no supone un problema.
  • Ser capaces de estar con nuestros sentimientos dolorosos tal y como son.

¿Quieres iniciarte en la autocompasión y mejorar tu autoestima? Te ofrecemos algunas pautas:

  1. ¿Cómo tratas a tu mejor amigo/a? Cuando estés sintiéndote mal contigo mismo, cuando te desprecies o quieras esconderte porque te avergüenzas de ti mismo (“no me apetece hablar en este plan…”, no quiero que me vean porque van a pensar que estoy más gorda”, “prefiero quedarme en casa porque no me siento bien conmigo mismo/a”, “seguro que no le gusto…”), pregúntate, si mi mejor amigo estuviera sintiéndose así y yo lo supiera, ¿qué le diría? ¿con qué tono de voz se lo diría? ¿qué gesto tendría con él/ella? Seguramente sea con cariño, con consuelo y amor. Si es así, recuerda tratar de darte aquello que estás necesitando en un momento en el que lo necesitas de verdad. En vez de hablarte desde la auto exigencia, hazlo desde la motivación y la ternura.
  2. ¿Qué actividades, planes o personas has dejado de hacer o ver debido a tus inseguridades? Cuando no estamos bien con nosotros mismos y los pensamientos nos bombardean con mensajes terribles sobre nuestra persona, nos los creemos y cumplimos con lo que nos dicen, por ejemplo, si nos dicen, “no hables ahora que vas a parecer tonta”, “¿en serio te vas a poner eso?”, dejamos de ponernos esa ropa que nos apetecía y que antes nos gustaba, o dejamos de participar en una conversación por miedo a hacerlo mal. El camino es empezar a vivir, y hacer lo que harías si esos pensamientos no estuvieran. Al hacerlo, te darás cuenta de que la vida que deseas llevar está a la vuelta de la esquina.  
  3. Unas palabras de cariño. Hay momentos en los que realmente te gustaría escuchar unas palabras que te animaran a salir del agujero, o bien te ayudaran a liberarte un poquito de tu malestar. Esas palabras te las puedes dar tú, ese abrazo, ese cariño, te lo puedes ofrecer tú. ¿Cómo? Dedica un ratito a escribirte un texto en el que te des consuelo, ánimo, amor, para que, en aquellos momentos en los que el malestar esté muy presente, puedas leértela y darte mimos.

Iniciarse en el camino de la autocompasión o de aprender a quererte no es fácil, pero empezar por estas pautas te puede ayudar en el proceso, ¿a qué esperas?

¡Te deseamos una semana llena de autocariñito!

Compartir:

Entradas recientes