NO A LA OPERACIÓN BIKINI

Se acerca el verano y la operación bikini y nuestra mente se dispara. Entramos en un bucle donde las frases protagonistas son: “voy a cerrar el pico que no llego”, “el lunes empiezo la dieta”, “me tengo que poner a tope en el gym”. En los últimos años la idea de tener un cuerpo “perfecto” se ha transformado en una imposición basada en una sociedad donde la imagen lo es todo. Si os fijáis, día tras día, las redes, las marcas, la TV, los mails se enfocan en alertarnos con la llegada del verano y la necesidad de conseguir un cuerpo “digno” de ser lucido. Y es precisamente a través de esas llamadas de atención externas cuando nuestra mente traviesa empieza a imaginar el cuerpo que quiere alcanzar y a plantearse los métodos más “extremos” para alcanzarlo ”Voy a duplicar mis horas de ejercicio”, “tomaré estos batidos que prometen dejarme tipin en unas semanas”, “me quito los hidratos hasta septiembre” y otras tantas ideas que nos asaltan.

Diferentes estudios aseguran que la restricción alimentaria es la práctica elegida por excelencia para adelgazar.

¿Qué es la restricción? ¿Qué efectos perjudiciales puede tener la operación bikini en nuestra salud?

 La restricción alimentaria, también conocida como dieta restrictiva, consiste en seguir voluntariamente una alimentación estricta, basada en un insuficiente aporte calórico respecto a las necesidades fisiológicas. Se considera una estrategia de afrontamiento ante el miedo a ganar peso, es decir, se trata de controlar la alimentación con el fin de adelgazar o evitar engordar (ej. prohibirse alimentos, reducir cantidades o eliminar ingestas).

Efectos negativos de la restricción alimentaria

Son miles los efectos negativos de la restricción, pero lejos de acercarte a una buena relación con la comida, nos encontramos con obsesión hacia la comida; lejos de estar alegres, nos baja el estado de ánimo. Lejos de aumentar el deseo sexual, baja la libido…y así un sin fin de efectos negativos.

El efecto “de perdidos al rio”

¿Cuántas veces hemos intentado seguir una operación bikini / dieta que desde el principio hemos sabido que iba a ser imposible y nos hemos culpado por no tener “fuerza de voluntad”? Lo que ocurre es que nos aferramos a un ciclo vicioso del que luego es muy difícil salir. Veamos juntas este ciclo:

“venga me pongo a dieta súper restrictiva y me prohíbo todos estos alimentos; lo cumplo unos días, pero luego empiezo a experimentar mucha ansiedad y solo quiero comer esos alimentos que me prohíbo, pero ¡estan prohibidos!; bueno, comeré solo un poco; de perdidos al rio, me como todo el paquete; me siento culpable y tengo miedo a engordar; me vuelvo a poner a dieta, pero ahora más restrictiva aún…” ¿Te funciona? ¿Es sostenible a largo plazo? ¿Desde donde te relacionas con la comida, desde el placer o desde la culpa y la exigencia?

Para tener una buena relación con la comida:

  1. Escucha a tu cuerpo ¿Qué te pide? ¿Cómo puedes crear adherencia a una rutina de alimentación y deporte? ¿Qué deporte te hace disfrutar? ¿Por qué quieres cambiar? ¿Estética o salud? ¿Decisión tuya o de tu autoexigencia?
  2. Si quieres cambiar tus rutinas, ¡hazlo! pero poco a poco, ve probando hasta que te sientas cómoda.
  3. El éxito está en que sea un proceso flexible y equilibrado (que no te cueste un esfuerzo terrible llevarlo a cabo).
  4. Prohibirte alimentos solo hará que aumenten tus ganas de comértelos ¡se flexible!
  5. Introdúcelo como una rutina más de tu vida, si no es muy fácil caer en la obsesión por el cuerpo y la comida.
  6. Aceptar tu cuerpo no es lo mismo que resignarse. ¿Cómo le hablas? ¿Cómo le tratas?
  7. Se compasiva contigo misma, si no nunca será cambio suficiente.

Hace tiempo leí una frase que me ayudó mucho a reflexionar sobre el coste que tiene la imagen corporal en nuestra vida y decía “si sufres por mantenerlo, no es tu peso” ¿Te está mereciendo la pena? ¿Dónde está tu limite? Desde aquí te contamos un pequeño spoiler: restringir es uno de los principales factores de riesgo para sufrir un trastorno de alimentación, asique, si notas que tu relación con la comida o con tu cuerpo te sobrepasa y no sabes gestionarlo, por favor, cuídate y pide ayuda para que alguien pueda acompañarte en este proceso.

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